El cabreo
Hoy me he levantado con el pie izquiero (es un decir, porque casi siempre me levanto físicamente con el pie derecho). Esta noche ha sido un poco infernal porque me he despertado varias veces con un tirón en la pierna, no sé muy bien debido a qué.
Por otra parte el día de hoy ha empezado infernal y no sé qué tal va a terminar (espero que bien); y es que esta mañana, al salir con prisa (bueno, tampoco tenía tanta), me he dejado el casco de la moto en casa... y no he podido volver a entrar. Han habido 4 circunstancias que lo han impedido, y las cuatro aleatorias... pero que han provocado la fatalidad. Y es que... cuando las cosas se plantan malas, se plantan malas.
Así, mi Cielo había dejado puesta la llave en la cerradura (la cagamos, cuando intenté entrar ya era demasiado tarde), no había pilas en el timbre de casa (lo siento, va con pilas), y no tenía la llave del patio para poder pasar a llamarle a través de la ventana... y como tenía ya el cabreo del siglo, no se me ocurrió la cuarta posibilidad... usar el telefonillo. Con lo que hoy he dejado la moto en casa y me he venido en el fabuloso transporte público.
Y lo malo es la vuelta. Que he de salir más temprano de lo habitual para recoger el coche que por fin parece que hoy me lo vuelven a entregar. Con lo que saldré de aquí corriendo, tardaré lo que tarde y lo malo es que tengo sólo 2 horas para poder hacer todo. Y esto equivale a atravesar todo Madrid, de sur a norte, coger los papeles del coche, y volver a atravesar Madrid, para coger el coche y finalmente venir a casa y abrir al electricista que llega como a las 15:00 a casa. ¿ Lo conseguiré? Seguramente llegue tarde.
Eso sí, voy a terminar dequiciado esta tarde... espero que todo se de bien, que si no...
Por otra parte el día de hoy ha empezado infernal y no sé qué tal va a terminar (espero que bien); y es que esta mañana, al salir con prisa (bueno, tampoco tenía tanta), me he dejado el casco de la moto en casa... y no he podido volver a entrar. Han habido 4 circunstancias que lo han impedido, y las cuatro aleatorias... pero que han provocado la fatalidad. Y es que... cuando las cosas se plantan malas, se plantan malas.
Así, mi Cielo había dejado puesta la llave en la cerradura (la cagamos, cuando intenté entrar ya era demasiado tarde), no había pilas en el timbre de casa (lo siento, va con pilas), y no tenía la llave del patio para poder pasar a llamarle a través de la ventana... y como tenía ya el cabreo del siglo, no se me ocurrió la cuarta posibilidad... usar el telefonillo. Con lo que hoy he dejado la moto en casa y me he venido en el fabuloso transporte público.
Y lo malo es la vuelta. Que he de salir más temprano de lo habitual para recoger el coche que por fin parece que hoy me lo vuelven a entregar. Con lo que saldré de aquí corriendo, tardaré lo que tarde y lo malo es que tengo sólo 2 horas para poder hacer todo. Y esto equivale a atravesar todo Madrid, de sur a norte, coger los papeles del coche, y volver a atravesar Madrid, para coger el coche y finalmente venir a casa y abrir al electricista que llega como a las 15:00 a casa. ¿ Lo conseguiré? Seguramente llegue tarde.
Eso sí, voy a terminar dequiciado esta tarde... espero que todo se de bien, que si no...
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